Para que la intervención en el aprendizaje de los niños sea eficaz, debemos tener en cuenta:
- Su modo de aprender.
- Sus necesidades e intereses.
- Su momento evolutivo.
Por ello, dos de las modalidades más adecuadas para adquirir aprendizajes son los talleres y las experiencias.
Los talleres deben ser planificados y donde los niños deben tener autonomía de elección y ejecución.
A la hora de prepararlos debemos ofrecer actividades: variadas y cerradas (para cumplir los elementos del currículo) además en los talleres conseguimos trabajar tanto los contenidos conceptuales, como procedimentales y actitudinales de una manera motivadora.
Para su organización no debe exceder el número máximo establecido y únicamente restringido a la banda horaria y/o los días de duración.
Referidos a los espacios deben ser un lugar idóneo según la actividad a realizar.
Respecto a los materiales, deben ser manejables, seguros, accesibles, de uso y limpieza sencillo e identificables.
Por ultimo la hora de la evaluación debemos evaluar tanto la organización y preparación del profesor como la participación del niño/a para ver en qué medida han conseguido los objetivos marcados.
Por ejemplo un taller de construcciones navales consiste en la elaboración de objetos que puedan meterse al agua, en juegos con el agua, etc. Es importante que el niño entre en contacto con el agua desde que nace ya que les proporciona una fuente de experiencias de las que podemos extraer muchos momentos de aprendizaje. Lo que se pretende es que los niños sean capaces de conocer sus características perceptivo motrices y que exploren su entorno físico y social.se suele realizar en grupos , espacio adecuado, diversos materiales y tiempo fijado con anterioridad, teniendo en cuenta objetivos, contenidos y criterios de evaluación.
Pero cuando hablamos de experiencias nos referimos a las propuestas de trabajo más abiertas que en los talleres, lo importante es la manipulación libre o dirigida, el contacto con los materiales, las vivencias de sus cualidades y posibilidades.
Con las experiencias no es posible establecer objetivos didácticos ya que siempre que sea posible se le dejara al niño que elija la modalidad de participación y sin excesivo dirigismo.
Podemos llevarlo a cabo mediante juegos de agua donde el niño va a experimentar tanto los principios físicos como los elementales, para ello es importante que se desarrolle en el medio natural que se encuentra con distintos tipos de actividades siempre teniendo en cuenta su preparación previa.
Ahora nos centraremos en el Juego con materiales naturales, fue el juego por excelencia pero a medida que la sociedad se ha ido urbanizando, también el juego de los niños ha ido abandonando su carácter natural, para ir adquiriendo un componente de artificialidad, cuyo denominador común es el uso del plástico y su alta estructuración, lo que deja poco espacio a la adquisición de las nociones básicas de las características de los elementos así como para la creatividad.
La escuela, en el ansia de facilitar un gran número de esas experiencias perdidas trata de incorporar situaciones con características reales de los objetos.
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